El Cuervo y los pájaros

Hace mucho tiempo, Júpiter citó a todos los pájaros en una reunión para elegir como Rey y el más hermoso de todos. Los pájaros muy halagados ante la gran oportunidad, de inmediato fueron a las aguas del gran rio para lavarse y acicalarse y así, estar muy presentables.

El Cuervo, siendo realista de su fealdad, ideó un plan que consistía, en recoger las bellas plumas que los pájaros dejaban caer al limpiarse, para luego unirlas a su cuerpo. Tras varias horas de colocarse dichas plumas, el Cuervo por fin terminó, y logró verse como una ave maravillosa y hermosa.

Cuando llegó el día esperado, todas las aves acudieron a la cita entre ellos el Cuervo, que destacó al instante por su belleza y gracia multicolor.

Júpiter al verlo, decidió coronar al Cuervo por su gran belleza, pero los pájaros que estaban muy indignados, descubrieron la farsa de este y lo castigaron desplumándolo en el acto. El Cuervo ridiculizado, volvió a ser el de siempre en cuestión de segundos.

fabula el cuervo y los pajaros

Moraleja
Quien con lo ajeno se viste,
en la calle lo desvisten.

Fábula similar: La Corneja y las Aves.

Los Caracoles

Hace mucho, el hijo de un pescador fue a los acantilados en busca de caracoles. Cuando encontró algunos, encendió una fogata y empezó a asarlos para comérselos. Mientras se freían los caracoles, estos empezaron a hacer mucho ruido como silbidos. El Joven incomodo dijo:

"Vaya. Los estoy friendo vivos y se ponen a silbar. Que descaro."

Cuando el Joven regresó a su hogar, contó lo sucedido a su Padre. Este le respondió:

"No te extrañes hijo. En la vida, muchos se sacrifican por el bien de los demás."

fabula corta los caracoles

Moraleja
Nada en la vida da más paz,
que hacer bien a los demás.

El Lobo y el Murciélago

Cierta vez, estaba volando de rama en rama un Murciélago con sueño que sin querer, fue a caer sobre un Lobo dormido. Este, despertó al instante, tomó al Murciélago e intentó devorarlo. El Murciélago, pidió piedad por su vida, el Lobo le dijo:

"Muy bien pequeño entremés, te dejare libre con una condición. Dime por qué ustedes los Murciélagos, son tan alegres y traviesos. En cambio yo, siempre estoy molesto de todo."

El Murciélago respondió:

"Ammm... Usted me asusta mucho. Déjeme volar hacia mi cueva, y le explicare con lujos y detalles ahí señor Lobo."

El Lobo aceptó, y lo dejó libre. Luego, cuando el Murciélago llego a su cueva, le dijo:

"Señor Lobo, usted se molesta porque es malo y cruel, eso seca tu corazón. En cambio nosotros, somos alegres porque jamás intentamos dañar al prójimo."

fabula el lobo y el murcielago

Moraleja
Quién a nadie hace daño,
vive feliz todo el año.

El Joven y el Ladrón

Una vez, un Joven estaba sentado en el borde de un pozo, hasta que de pronto, vio a un Ladrón que se acercaba, y conociendo sus intenciones, fingió llorar desconsoladamente.

El Ladrón al verlo, le preguntó el motivo de su tristeza, el Joven respondió que había venido a sacar agua con una jarra de plata, pero que al romperse la soga, su preciada vasija se fue hacia el fondo.

Tan pronto el Ladrón supo del destino del valioso objeto, se quitó sus ropas y motivado por su poderosa codicia, bajo en buscar de la jarra.

Cuando estuvo en el fondo, su búsqueda fue inútil ya que no encontró absolutamente nada. Mientras tanto el Joven, cogió la ropa del Ladrón, y se fue del lugar rápidamente. Con esto, el Ladrón recibió una gran lección: Ir por lana, y salir trasquilado.

fabula el joven y el ladron

Moraleja
Ladrón que roba a ladrón,
tiene cien años de perdón.

El Cervatillo curioso

Un día, paseaba tranquilamente por el bosque en un cálido día de sol, un Cervatillo que iba detrás de su padre Ciervo admirándolo por su magnifica compostura y autoridad. Sin poder contener su curiosidad, el pequeño habló con su padre diciéndole:

"Querido Padre, usted luce grandioso y eres más ágil que los perros. Ademas, tienes una fuerte cornamenta para defenderte. Dime, ¿Por qué huyes cuando ves a un Perro?"

El Ciervo, respondió a su hijo con una sonrisa:

"Hijo mio, es cierto lo que dices, pero yo mismo no me lo puedo explicar, pues tan pronto escucho el ladrido de un Perro, se me eriza la piel y me faltan patas para echarme a correr muy lejos."

fabula el cervatillo curioso

Moraleja
Ni buscar la muerte es valentía,
ni huirla es cobardía.

Los Viajeros y la Ostra

Una vez, estaban dos viajeros pasando por una orilla del mar, y al ver que la marea había bajado, vieron una hermosa y llamativa ostra.

"¡¡Esa ostra es mía!!" - Dijo el mas viejo tratando de apoderarse de la ostra.

"¡¡No!!, ¡¡Es sólo mía!!" - Gritó el más joven que tiraba de la ostra de la mano del otro viajero.

Así, ambos tipos iniciaron una fea discusión entre ellos, y cuando casi iban a agarrarse a golpes, apareció un tercer viajero, a quien ambos acudieron para arreglar el problema. El nuevo Juez, sacó una navaja, partió el hallazgo por la mitad, y luego dijo:

"Los dos tienen razón. Tome usted que es el más maduro, la parte de arriba de la Ostra. Y usted, quien es el más joven, la parte inferior de la ostra."

Y guardando la perla que había caído en su mano, dijo:

"Este molusco que es el causante de la pelea, pagará todos los gastos del juicio."

fabula los viajeros y la ostra

Moraleja
Dos por la perla pelean,
llega un tercero y se la lleva.


El Águila y la Zorra

Hace mucho, un hombre había cazado viva a un Águila, y para que no se escape, le cortó las alas y luego la encadenó. Un hombre que vio a esta Águila en venta, tuvo compasión de ella al verla en tal lamentable situación, que la compró. Luego, en su hogar, la alimento y cuidó.

Conforme pasaba el tiempo, el Águila recuperó sus alas y fue puesta en libertad. Al pasar unos días, el Águila llevó a su salvador una Liebre como muestra de su gratitud. Una Zorra que vio esta acción, sermoneo al Águila diciendo:

"Amiga Águila, que tonta eres. Yo le hubiera llevado tal obsequio al Cazador que te atrapó para ganarme su voluntad. Ahora, volverá tras de ti para encadenarte."

El Águila muy molesta le dijo:

"Es de esperar que una Zorra se conforme servir a los malvados para ganarse su voluntad. Por lo que respecta a mi, siempre serviré y atenderé a los buenos."

Moraleja
La gratitud ennoblece,
la ingratitud envilece.

fabula el aguila y la zorra

El Pastor y el Mar

Una vez, un Pastor que pastaba a su rebaño de ovejas a orillas del mar, le vino el deseo de querer ser un gran comerciante.

"Será breve y de provecho este viaje." - Se dijo, y sin mucha demora, subió a un bote sus Ovejas y se puso a remar.

Cuando llegó a una costa vecina, pudo vender todas sus ovejas a un gran precio. Con el dinero ganado compró muchas frutas africanas en grandes cajas, las puso en su bote y retornó a su hogar con su carga, hasta que de pronto, apareció una fuerte tormenta que casi lo hace naufragar en muchas ocasiones, e iban empeorando más y más. El Pastor viéndose en grave peligro tuvo que arrojar todo su cargamento al mar para salvarse.

Cuando paso todo el peligro, el Pastor sin frutas ni rebaño, lloraba su mala suerte. Mas rato, un hombre que pasaba por ahí, se le acercó y le dijo:

"Tranquilo está el Mar buen amigo, ¿por qué no te arriesgas nuevamente a sacarle algún provecho?"

"No te engañes amigo." - Contestó el Pastor - "Cuando el mar se aquieta, es porque desea mas frutas."

fabula el pastor y el mar

Moraleja
No pierde bienes ni paciencia,
el que usa la experiencia.

Las lágrimas del Rico

Cierta vez, un grupo de mujeres "Lloronas", se les había pagado para llorar la muerte de una de las hijas de un acaudalado hombre. Una de las hijas muy sorprendida, se acercó a su Madre y le preguntó:

"Madre, ¿cómo nosotras que sufrimos la desgracia en carne propia, apenas lloramos, en cambio aquellas lloronas que nunca conocieron a la difunta, se deshacen en grandes llantos?"

La Madre respondió:

"No te extrañes Hija mía, aquellas mujeres no lloran lagrimas sino dinero. Jamás olvides que las monedas son las lagrimas del rico."

fabula las lagrimas del rico

Moraleja
El dinero convierte a sanos en sufrientes.

Fábula de el Pelotazo

Cierta vez, mientras jugaban unos niños, a uno de ellos le cayo un fuerte Pelotazo en su cuello dejándole un gran chinchon.

La Pelota al instante rebotó, y regresó con gran rapidez por donde vino, que se encontró con un ojo en el camino. Así, nada más y nada menos, era el Ojo de su autor quien lanzo la pelota, dejándolo como castigo, tuerto.


fabula el pelotazo

Moraleja
No hagas daño o males, que pueden volverse en tu contra.
El mal es como la Pelota, que se auto devuelve contra el mismo que la bota.

La Mosca

Cierta vez, estaba una Mosca hambrienta buscando algo que comer, y en su búsqueda, halló una gran olla con deliciosa sopa.

Desesperada la Mosca por darse un buen banquete, se lanzó sin mucha demora hacia la misma sopa y al no medir su mala acción, estaba ahogándose.

En su pesar, la Mosca solo sinceramente se decía:

"Cielos. Comí, bebí y me bañe. Puede que muera en unos instantes, pero tras todo esto, ya NADA me importa."

fabula la mosca

Moraleja
Al irresponsable no le importa el fracaso,
si su llegada a él, le da buenos momentos.


El Perrito curioso

Había una vez, un Perrito que era muy curioso y que siempre velaba por las cosas que le interesaban a su Amo. Un día, el Perrito escuchó ruidos que venían de la cocina, y para saber que sucedía, se acercó sigilosamente. De inmediato, descubrió a varios ratones dándose un gran festín con la comida de su Amo. Antes de atacar se dijo:

"¡Pero que bandidos!, ¡Ahora me las pagarán!"

Y sin más, el Perrito se abalanzó sobre los ratones pero, no se percató que muy cerca de ahí, había una trampa para ratones con la cual tropezó y atrapó una de sus patitas haciéndolo gritar a fuertes aullidos de dolor.

Un Loro que estaba por el mismo lugar gritó:

"Vaya vaya, vean al Cazador cazado."

El Perrito, martirizado por el dolor que le hacia la trampa suplicó:

"¡Por favor ayúdenme!, ¡quitenme esto que prometo no molestar a nadie!"

Los buenos ratones quienes oyeron su súplica, se acercaron al Perrito y de inmediato lo liberaron. Luego, uno de ellos le dijo:

"¿Ya vez Perrito?. Eso te sucede por hacerte de gato."

fabula corta el perrito curioso
Moraleja
No realices las funciones, para las que no tienes condiciones.

El Mono y el Delfín

Una vez, un Hombre fue de viaje en un barco, y para distraerse durante la travesía, llevo a su Mono. Cuando estaba por llegar a Atenas, se desencadenó una violenta tempestad que hizo naufragar al frágil barco. La tripulación se salvó del naufragio gracias a sus esfuerzos, sin embargo, el Mono no tuvo la suerte de ser rescatado, y este luchaba sólo contra las olas por salvarse. A los pocos minutos, un Delfín apareció, y pensando que el Mono era un Hombre se deslizó debajo de él y lo transportó en su lomo hacia la costa.

Cuando ya estaban por llegar a la costa, el Delfín preguntó al Mono, si era Ateniense. El Mono por impresionar al Delfín, dijo que sí, y que tenía muchos ilustres parientes allí. Mas rato, el Delfín preguntó nuevamente diciendo si conocía el puerto. El Mono creyendo que el Puerto era una persona famosa, contestó que no solo era conocido suyo, sino que además era un buen amigo suyo.

El Delfín, se dio cuenta de que el Mono estaba mintiendo, así que como castigo, se sumergió en el agua abandonando al Mono, y este sin más, se ahogo.

fabula el mono y el delfin

Moraleja
El presumido siempre acaba, en el primer descuido.


El Lobo disfrazado de Pastor

Hace mucho tiempo en un rincón de una madriguera, se encontraba un Lobo hambriento dando el toque final a su más brillante plan, que era, disfrazarse de un Pastor para entrar sigilosamente de noche en un rebaño repleto de gordas Ovejas.

Una vez listo, se dirigió al Rebaño, y mientras descansaba el Pastor y los Perros guardianes, el Lobo sin mucha demora, entró sin hacer ruido, y al ver a las gordas Ovejas a su disposición, su mente volaba haciéndose agua la boca. Las Ovejas, al ver rondando al Falso Pastor, se acercaron al él muy contentas, y se quedaron a su lado creyendo estar seguras. El falso Pastor, viendo fijamente a una Oveja de su mayor agrado, no pudo contener su entusiasmo y dijo:

"¡Oh~~ si!, ¡Pero que Oveja tan~ suculentamente gorda y sana!, ¡Oh~~!, ¡pero qué tierna y grande es!, ¡Esta, será un festín de los grandes!, ¡Cielos, cielos!, ¡Se me hace agua la boca!"

Mientras el Lobo disfrazado vivía su ensueño de alegría, no se midió ni percató del gran ruido que hacia, tanto, que logró despertar al Pastor y a los Perros guardianes, quienes sin mucha demora, acorralaron al impostor y lo castigaron severamente hasta acabarlo.

fabula el lobo disfrazado de pastor

Moraleja
Jugar con fuego, es un juego peligroso.

El Leñador y el Bosque

Cierta vez, se encontraba un Leñador talando arduamente los árboles del bosque hasta que, después de tanto talar y talar, se rompió el mango de su hacha. El Bosque muy contento dijo:

"¡Que bien!, ¡por fin habrá paz y tranquilidad en mi mundo!"

Al cabo de unos días, el Leñador fue al Bosque, y suplicando a los árboles dijo:

"Por favor, déjame tomar una rama de este Árbol, para reponer el mango de mi hacha, y prometo irme a otro bosque."

El Bosque, conmovido por su petición, accedió al pedido y le dio, un pedazo de sus ramas. Pero, tan pronto como el Leñador tuvo como nueva su hacha, empezó a talar todos los árboles.

El Bosque, muy indignado le habló al Hombre:

"Insensato, ¿así agradeces el bien que te hice?. ¡Has hecho de mi favor un instrumento de exterminio para nosotros!"

fabula el leñador y el bosque

Moraleja
El hombre ingrato devuelve mal por bien.

El León y los cuatro Bueyes

Cierta vez, cuatro Bueyes pastaban en los alrededores de un prado, y como se llevaban tan bien, se juraron eterna amistad, hasta que de pronto, un hambriento León apareció, y los atacó, pero estos buenos amigos se defendieron mutuamente e hicieron huir a la fiera hambrienta.

El León, notó que tan bien unidos estaban estos amigos, y buscando la manera de cómo separarlos para comérselos, planeó enemistarlos entre ellos mismos. Así que buscó a cada uno de ellos por separado y les dijo, que sus demás amigos Bueyes, hablaban cosas muy feas a espaldas de él.

Los Bueyes al oírlo, se molestaron mucho entre ellos, hasta el punto en que terminaron su amistad para siempre, y por ultimo, se alejaron uno del otro.

El León, viéndolos ya enemistados y separados, empezó a cazarlos y a devorarlos uno por uno. El último Buey antes de morir dijo:

"¡Que tontos hemos sido!, Por creer las cosas que dijo el enemigo, nos desunieron y fuimos presa fácil para él."

fabula el leon y los cuatro bueyes

Moraleja
La unión hace la fuerza, y la discordia debilita.

Fábula similar: El León y los tres bueyes

El Jilguero tímido

Una vez, había un Jilguero tímido que no cantaba. Cuando las demás aves le preguntaban por qué no cantaba, siempre respondía:

"Jamás cantare para ser objeto de burla."

Un día, se acercó un Perico al Jilguero, y le dijo:

"No tienes por qué temer amigo Jilguero. Canta y verás que nadie se reirá."

Pero el Jilguero seguía sin cantar nada. Al poco rato se le acercó una Cotorra, y le dijo:

"Amigo Jilguero, una vez te oí cantar en el bosque, y tus cantos me encantaron. Dime, ¿por qué no cantas ahora?."

El Jilguero siguió sin responder nada. Mas rato, se le acercó un Ruiseñor, y con gran entusiasmo, empezó a entonar su bellos cantos. Pero, al notar la apatía del Jilguero, preguntó:

"Amigo Jilguero, ¿por qué no me acompañas en el canto?, seriamos un gran dúo."

El Jilguero tímidamente confesó sus temores al Ruiseñor, y este le respondió:

"Bueno. Cantes bien o mal, es asunto tuyo. Sin embargo, si no cantas ni para ti mismo, no eres un Jilguero, ni eres nada."

fabula el jilguero timido

Moraleja
Quien no dice lo que quiere, llega a viejo y tonto muere.

El Asno, la Zorra y el León

Cierta vez, estaban juntos un Asno y una Zorra caminando por la pradera, hasta que de pronto, apareció un León hambriento. La Zorra percatándose del peligro, se acercó al León diciendo ser su amiga, y le dijo al oído:

"Si usted me deja libre, le garantizó que con mi ayuda, el Asno caerá en sus garras al instante."

Y sin esperar mucho, la Zorra regresó al lado del Asno, y le dijo:

"No tienes nada de que temer amigo mio, si no te alejas de mi lado."

Y así, la Zorra llevó de un lugar a otro al Asno, hasta que lo hizo caer en una trampa.

El León, viendo que el Asno estaba asegurado, atrapó rápidamente del cuello a la Zorra, y le dijo:

"Gracias por facilitarme las cosas ingenua Zorra, ahora, podré comerte con total tranquilidad, mientras el Asno, espera su turno."

fabula el asno la zorra y el leon

Moraleja
Traición bajo amistad, es doble maldad.

El Asno Salvaje y el Asno Doméstico

Cierta vez, un Asno salvaje buscaba alimento por las lomas, hasta que divisó a otro Asno doméstico que comía alegremente fuera de un establo. El Asno salvaje, curioso se acercó y le dijo:

"Amigo Asno, se le ve muy saludable y contento. Veo que tiene abundante comida y disfrutas de una vida fácil."

El Asno doméstico le respondió:

"Así es mi amigo. De estar bien alimentado no me quejo, pero me cuesta mucho ganarme el pan."

Al terminar de hablar, apareció el Amo del Asno doméstico, y dándole latigazos, lo llevó dentro del establo. Poco después, apareció el Asno doméstico cargando unos pesados costales en su lomo y detrás suyo un Arriero. El Asno salvaje al verlo se dijo:

"Si ese es el precio de su "buena vida", no tengo por qué envidiar su suerte. Prefiero ser libre y no esclavo por un poco de alfalfa."

fabula asno salvaje y asno domestico

Moraleja
Es mejor amar la libertad con sencillez, que esclavitud con riqueza.


El Cazador y la Víbora

Cierta vez, un Cazador estaba de camino al bosque para cazar aves. Al divisar a una en un árbol elevado, cogió su arco y flecha y se propuso cazarlo.

Mientras se acercaba mirando fijamente al Ave distraída para mejorar su puntería, el Cazador no se percató que muy cerca, yacía una Víbora dormida, y al pisarla, esta muy molesta lo mordió.

El Cazador, sintiéndose morir por el veneno de la Víbora se dijo:

"¡Que desdichado soy! Por querer atrapar mi presa, no me percaté que yo mismo me volvería presa de la muerte."

fabula el cazador y la vibora

Moraleja
Cuando pensamos en dañar a nuestro prójimo, en verdad no nos damos cuenta de nuestra propia desgracia.

La viuda y su Oveja

Cierta vez, una pobre Viuda que tenía una única Oveja, decidió que ya era hora de trasquilarla, y deseando tomar su lana de la manera más económica, decidió trasquilarla ella misma. Sin embargo, usaba la herramienta de tan mala forma, que junto con la lana, le hacia daño a la Oveja.

La Oveja, muy molesta y con dolor, le dijo:

"¿Por qué me maltratas así Ama? ¿En que te puede beneficiar el agregar a la lana mi sangre?. Si quieres mi carne, llama al Carnicero quien me matará al instante para que no sufra, pero si deseas mi lana, ahí está el Esquilador, quien quitará mi lana sin herirme."

fabula corta la viuda y su oveja

Moraleja
Antes de ejercer una actividad,
prepárate y entrénate adecuadamente
para ejecutarla bien.

El lobo, la Nana y el Niño

Una vez, se encontraba un hambriento Lobo que deambulaba en busca de comida, hasta que de pronto, llegó a una casita, y oyó a un Niño que lloraba. Su Nana tratando de calmar su llanto, le decía con encanto:

"No llores mi Niño, no llores más, porque si no te llevo donde el Lobo y él te comerá."

Creyendo el Lobo aquellas palabras de una cena segura, espero y espero por varias horas a que se cumpla aquella "bondad". Cuando llegó la noche, la Nana estaba arrullando a su niño, y en su arrullo, le cantaba:

"No mi Niño, no mi bebé, si viene el Lobo, lo castigaremos ..."

El Lobo al oír aquellas otras palabras, siguió su camino muy indignado, y pensativo se dijo:

"Vaya... En esta casa dicen una cosa, y después quieren hacer otra muy diferente."


Moraleja
Más importante que las palabras,
son los actos de amor verdadero.

El lobo y el cordero en el templo

Cierta vez, un Corderito era perseguido por un hambriento Lobo. Tras la ardua carrera, el Corderito avistó un Templo, así que decidió refugiarse en este.

El Lobo indignado, gritó diciendo:

"Si el Sacrificador te encuentra allí dentro, te sacrificaría a su Dios."

El Corderito sin mucho pensarlo, le respondió:

"¡Pues, que así sea!. Prefiero ser sacrificio para un Dios, a tener que perecer en tus malévolos colmillos."

fabula el lobo y el cordero en el templo

Moraleja
Si sin remedio vamos a ser sacrificados,
más nos vale que sea con el mayor honor.


Fábula el León y el Mosquito

Cierta vez, un Mosquito se le acercó a un León y le dijo:

"No le tengo miedo señor León, usted no es más fuerte que yo, y si cree lo contrario, demuéstremelo. ¿Que araña con sus garras y muerde con sus dientes? ¡Eso también lo hace una mujer defendiéndose de un ladrón!. Sin duda alguna, YO soy más fuerte que usted, en este mismo momento le desafío a un combate."

Dicho esto, el Mosquito hizo sonar su zumbido y atacó al León picándole muchas veces alrededor de su nariz, donde no tiene pelo. El León muy incomodado, empezó a arañarse con sus propias garras, hasta que por fin, renunció al combate.

El orgulloso Mosquito hizo sonar nuevamente su zumbido, y voló por doquier alegremente jactándose de su victoria, pero sin darse cuenta, fue a enredarse en la tela de una Araña. En cuestión de segundos, la Araña se acercó al Mosquito atrapado y antes de devorarlo, el Mosquito se dijo:

"Pero que vergüenza conmigo. YO, que he luchado contra los más poderosos y los vencía, voy a perecer a manos de una insignificante Araña."

fábula de el León y el Mosquito

Moraleja
No importa que tan grandes sean los éxitos en tu vida.
Cuida siempre que la dicha por haber obtenido tus éxitos, no arruinen todo.

El Asno vestido con la piel del León

Cierta vez, un Asno encontró la piel de un León, y buscando hacer de las suyas, se la puso y empezó a ir por el bosque.

En su camino, encontró a muchos animales, y buscando divertirse, asustó a todo animal que se encontraba en su camino; de pronto, encontró a una Zorra, y como era de desperar, el Asno trató de asustarla.

La Zorra ni más bien oyó la voz del rebuzno característico del Asno, dijo sin sorpresa ni demora:

"Quizás también me hubiera asustado, si no hubieras rebuznado."

fabula el asno vestido con piel de leon

Moraleja
Al mejor falsificador,
siempre le sale algún error.


El Lobo orgulloso de su sombra, y el León

Cierto día, un Lobo paseaba por lugares solitarios a la hora en que el sol se ponía en el horizonte. Y dando una mirada a sus lados, vio que su sombra era grande, colosal y bellamente alargada. Sorprendido y confiado se dijo:

"¿Pero cómo me va a asustar el León con semejante talla que tengo?. Con mis treinta metros de largo, fácilmente puedo convertirme en el Rey de los animales."

Mientras el Lobo seguía soñando y enorgulleciéndose de su fantástica y portenta sombra, un poderoso León lo observaban desde los arbusto. Seguro de la distracción del Lobo, sin demora lo atacó rápidamente y empezó a devorarlo.

El Lobo en su lecho de muerte, cambió de opinión y sus ultimas palabras para él mismo fueron:

"Que insensato fui. Gracias a mi insolente vanidad, me gane un cruel final."

fabula el lobo y su sombra

Moraleja
Jamás valores tus virtudes por la apariencia con que las ven tus ojos, pues fácilmente te engañarás.


El León, Prometeo y el Elefante

Cierta vez, un León no dejaba de quejarse ante Prometeo. Este le decía:

"Oh Prometeo, me hiciste muy fuerte y hermoso. Dotado de grandes mandíbulas con buenos colmillos y poderosas garras en mis patas. Soy el más dominante de los animales. Sin embargo le tengo un gran temor al Gallo.

Prometeo escucho, y le dijo:

"¿Por qué me acusas tan a la ligera? ¿No estás satisfecho con todas las ventajas que te he dado? Lo que flaquea es tu espíritu."

El León continuando lamentando su situación, seguía juzgándose, pero ahora, de cobarde, así que decidió poner fin a su vida, pero, en ese instante, llegó el Elefante. Ambos se saludaron y empezaron a conversar. El León, observó que el Elefante movía constantemente sus orejas, asi que de inmediato le preguntó el por qué lo hacia, y el Elefante respondió:

"¿Ves ese minúsculo Insecto que zumba a mi alrededor?, pues, si logra ingresar dentro de mi oído, ¡estoy perdido!."

El León se dijo:

"¿No sería insensato dejarme morir siendo YO mucho más fuerte y poderoso que el Elefante, así como, mucho más fuerte y poderoso es el Gallo contra el Mosquito?

 

Moraleja
Muchas veces, las pequeñas molestias
nos hacen olvidar las grandezas que poseemos.
Ten fortaleza ante tus adversidades.

El buen Rey León

Hace mucho había un noble y buen Rey León, que no era malo, ni cruel, ni violento, sino muy tratable y justo. Gracias a estas bondades que lo caracterizaban, los animales decidieron coronarlo como su Rey.

Un día, la tímida Liebre se acercó al Rey León, y le dijo con voz bajita:

"Oh gran León, sepa usted que he esperado airosamente que este día llegue. Un día tan maravilloso y justo donde nosotros los débiles seamos respetados con justicia por los más fuertes como usted."

Y a los pocos segundos de decir esto, la Liebre huyo rápidamente del lugar con el cual conversaba con su Rey sin mirar hacia atrás.

fabula el buen rey leon

Moraleja
Cuando en un Estado se practica la Justicia, los humildes pueden vivir tranquilos, pero no deben limitarse.

La Lámpara

Hace mucho tiempo, una Lámpara de aceite daba una bella luz, y ésta se jactaba de tener un gran brillo que era incluso mejor que el gran sol. De pronto, una ráfaga de aire apareció, y de inmediato apagó el fuego de esta.

El dueño de la Lámpara que la usaba para escribir sus diarios, volvió a encenderla, y tras esto, dijo:

"Alumbra cuanto quieras amiga Lámpara, pero no te compares. El resplandor de los astros, no se empobrece tan fácilmente."



Moraleja
Cuando se goza de cierta fama, no hay que dejarse cegar por el orgullo, porque todo lo que se adquiere, se puede perder.


El León preso, y el Labrador

Cierta vez, un León, entró en el establo de un Labrador, y éste Hombre con intenciones de tenerlo como prisionero, cerró la puerta.

El León, al darse cuenta de que no podría salir, de inmediato empezó a comerse un carnero, luego devoró una vaca y al poco rato, empezó a comerse a muchos de los bueyes.

El Labrador al ver que ya ningún animal le quedaba y temiendo por su vida, abrió de inmediato la puerta para que se fuera el León. Y así, viendo su libertad por delante, el León se marcho.

La esposa del Labrador, quien vio toda lo sucedido y ver cómo se quejaba su marido, le dijo:

"Te mereces todo esto por haber querido encerrar a una fiera, cuando desde lejos le debiste temer."

fabula el leon preso y el labrador


Moraleja
Lo mismo le ocurre a aquellos que provocan a otros que tienen más fuerza y poder que ellos. Más vale prevenir que lamentar.

La Cierva tuerta

Cierta vez, una Cierva tuerta pastaba a orillas del mar alimentándose de la verde hierba.

Para estar atenta al ambiente del peligro, usaba su ojo intacto hacia la tierra contra la posible llegada de los cazadores u otro peligro por parte de animales feroces; y por el lado del que carecía del ojo, estaba en dirección al Mar, ya que allí no esperaba peligro alguno.

Un día, unas personas que navegaban por el mar, vieron a la Cierva tranquilamente caminando sin preocupación alguna, y sin pensarlo dos veces, se acercaron a ella silenciosamente para cazarla con dardos. Una vez seguros, la atacaron y ella cayó.

La Cierva herida y agonizando, se dijo:

"¡Pobre de mí!. Vigilaba tenázmente la tierra que creía llena de peligros, y al Mar que consideraba un pacífico refugio, me ha brindado un triste final."

fabula la cierva tuerta

Moraleja
Jamás excedas la valoración de las cosas.
Procura ver siempre sus ventajas y desventajas de forma balanceada.

El Atún y el Delfín

Cierta vez, un Atún huía de un Delfín que lo quería hacer su comida del día, y a punto de ser atrapado, puso toda su fuerza en un salto que lo llevó sin querer fuera del mar, a la orilla de la playa.

El Delfín, llevado por el mismo impulso y por no querer aquella suculenta presa, también dio un enorme salto y terminó del mismo modo en el mismo lugar fuera del mar.

El Atún dándose vuelta para ver al Delfín moribundo, exhaló su último suspiro, y le dijo:

"No me importa morir, ya que de todos modos, veré morir al causante de mi desgracia."

fabula el atun y el delfin

Moraleja
Sufrimos con menos dolor las desgracias que nos hacen padecer,
cuando las vemos compartidas con quienes nos las causan.

La Mona y la Zorra

En visita una Mona
con una Zorra estaba cierto día,
y así, ni más ni menos, le decía:
"Por mi fe que tenéis bella persona,
gallardo talle, cara placentera,
airosa en el andar como usted sola;
y a no ser tan deforme vuestra cola,
seríais en los hermosos la primera."

"Escuchad un consejo
que ha de ser a las dos muy importante:
yo os la he de cortar, y lo restante
me lo acomodaré por zagalejo."

"¡De ningún modo!" la Zorra le responde,
"Es cosa para mí menos amarga
barrer el suelo con mi cola larga
que verla por pañal bien sé yo dónde."


Moraleja
Por ingenioso que el necesitado
sea para pedir al avariento,
éste será de superior talento
para negarse a dar lo sobrado.

El Pastor y las Ovejas

Pastando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
"¡Auxilio que viene el Lobo amigos labradores!"
Éstos al oírlo, abandonando sus labores,
y acuden prontamente,
pero hallan una broma solamente.

Vuelve a llamar el bromista, y temen la desgracia.
Pero por segunda vez, los burla. ¡Que linda gracia!
Pero, ¿qué sucedió la vez tercera?
Que vino en realidad la hambrienta fiera.

El Joven se alborota,
y por más que patea, llora y grita,
no se mueve la gente desengañada,
y así, el Lobo devoró su manada.


Moraleja
Cuantas veces resulta de un engaño,
contra el engañador el mayor daño.

El Jabalí y la Zorra

Sus terribles colmillos aguijoneaba
un Jabalí en el tronco de una encina.
La Zorra, que vecina
del animal cerdoso le miraba,
le dice: "Extraño el verte,
siendo tú en paz señor de la bellota,
cuando ningún contrario de alborota,
que tus armas afiles de esa suerte."

El Jabalí le responde: "Tengo conocido
que en la paz se prepara el buen guerrero,
así como en la calma el marinero,
VALE POR DOS EL PREVENIDO."


fabula el jabalí y la zorra

El León y su Ejército

El León, rey de los bosques, poderoso
quiso armar un ejército famoso.
Juntó a sus animales, al instante
empezó por cargar al Elefante,
un castillo con útiles, y encima
rabiosos Lobos que pusiesen grima.

Al Oso le encargó de los asaltos,
al Mono, con sus gestos y sus saltos,
mandó que al enemigo entretuviese.
A la Zorra, que diese
ingeniosos ardides al intento.

Uno gritó: "La liebre y el jumento,
éste por lento, aquella por miedosa,
de estorbo servirán, no de otra cosa."
"¿De estorbo?" dijo el Rey, "Yo no lo creo:
en la Liebre tendremos un ágil correo
y en el Asno mis tropas tendrán una Corneta."
Así quedó la armada bien completa.

Tu retrato es León, conde prudente,
y si a tu imitación, según deseo,
examinan los Jefes a su gente,
a todos han de dar útil empleo.
¿Por qué no lo han de hacer?
si hay cucaña,
¿cómo no hallar ociosos en España?
el leon y su ejercito

El Pescador y el Pez

Recoge un Pescador su red tendida
y saca un pequeño Pez. "¡Por tu vida!"
- exclama este inocente prisionero -
"¡Dame libertad! sólo eso quiero,
mira, que no te engaño,
porque ahora soy misero. Dentro de un año
sin duda lograrás el gran consuelo,
de pescarme más grande que mi abuelo."

"¡Qué! ¿Te burlas? ¿Te ríes de mi llanto?
Sólo por otro tanto,
a un hermanito mío
un señor pescador lo tiró al río."

"¿Por otro tanto al río? ¡Que tontería!"
- respondió el Pescador, pues sabía
el refrán castellano
"MÁS VALE PÁJARO EN LA MANO..."

Moraleja
A sartén te condeno, que mi panza
no se llena jamás con la esperanza.

fabula corta el pescador y el pez
Fábula: El Pescador y el Pez

Júpiter y la Tortuga

A las bodas de Júpiter estaban
todos los animales invitados;
unos y otros llegaban
a la fiesta nupcial apresurados.

No faltaba a tan grande concurrencia
ni aun la reptil, ni más lejana Oruga,
cuando llega muy tarde y con paciencia,
a paso perezoso, la Tortuga.

Su tardanza reprende el Dios airado,
y ella le respondió sencillamente:
"Si es mi casita mi retiro amado,
¿cómo podré dejarla prontamente?"

Por tal disculpa, Júpiter tonante,
olvidando el indulto de su fiesta,
la ley del Caracol le echó al instante,
que es andar con la casa siempre a cuesta.

fabula júpiter y la tortuga

Gentes prudentes hay que hacen alarde
de que aman su retiro con exceso,
pero a su obligación acuden tarde:
viven como el ratón dentro del queso.

El Gorrión y la Liebre

Un insensato Gorrión así decía
a una Liebre que un Águila oprimía:
"¿No eres muy ligera
que si el Perro te sigue en la carrera
lo acarician y halagan, como al cabo
acerque sus narices a tu rabo?
Pues empieza a correr. ¿Qué te detiene?"

De este modo, el Gorrión la insulta, cuando viene
el diestro Gavilán y la ataca.
El preso chilla, el prendedor lo mata.
y la Liebre exclamó: "¡Bien merecido!
¿Quién te mandó insultar al afligido,
y a meterte de consejero,
no sabiendo mirar por ti primero?"


fabula el gorrión y la liebre

El Labrador y la Providencia

Un Labrador cansado,
en el ardiente calor,
debajo de una roble
reposaba pacífico y tranquilo.

Desde su dulce estancia
miraba agradecido
el bien con que la tierra
premiaba sus penosos ejercicios.

Entre mil producciones,
hijas de su cultivo,
veía calabazas,
melones por los suelos esparcidos.

"¿Por qué la Providencia..."
se decía a sí mismo,
"puso a la ruin bellota
en elevado y preeminente sitio?
¿Cuánto mejor sería
que, trocando el destino,
pendiesen de las ramas
calabazas, melones y pepinos?"

Bien oportunamente,
al tiempo que esto dijo,
cayendo una bellota,
le pegó en las narices de improviso.

"¡Por Dios!" exclamó
el Labrador sencillo --.
"¡Si lo que fue bellota
algún gordo melón hubiera sido,
desde luego pudiera
tomar a buen partido,
en caso semejante,
quedar desnarigado, pero vivo!"



Aquí la providencia
manifestar quiso,
que supo a cada cosa
señalar sabiamente su destino.


A mayor bien del hombre
todo está repartido.
Preso el pez en su concha
y libre por el aire el pajarillo.

El parto de los Montes

Con varios gestos horrorosos,
los montes de crear dieron señales;
consintieron los hombres temerosos
ver nacer los frutos más fatales.

Después que con gritos espantosos
infundieron terror a los mortales,
estos montes, que al mundo estremecieron,
un Ratoncillo fue lo que parieron.

Hay autores que en voces misteriosas,
estilo fanfarrón y campanudo,
nos anuncian ideas portentosas;
pero suele a menudo
ser el gran parto de su pensamiento,
después de tanto ruido, sólo viento.

el parto de los montes

Los Navegantes

Lloraban unos tristes pasajeros
viendo su pobre nave, combatida
de recias olas y de vientos fieros,
ya casi sumergida,
cuando súbitamente
el viento calma, el cielo se serena,
y la afligida gente
convierte en risa la pesada pena.

Mas el piloto estuvo muy sereno
tanto en la tempestad como en la bonanza.
Pues sabe que lo malo y que lo bueno,
está sujeto a súbita mudanza.

fabula los navegantes

El Asno y las Ranas

Muy cargado de leña, un Burro viejo,
triste armazón de huesos y pellejo,
pensativo, melancólico,
caminaba, llevando con trabajo
su débil fuerza la pesada carga.
El paso tardo, la carrera larga,
todo al fin contra el mísero se empeña:
el camino, los años y la leña.

Entra en una laguna el desdichado:
queda profundamente empantanado.
Viéndose de aquel modo,
cubierto de agua y lodo,
trocando lo sufrido en impaciente,
contra el destino dijo neciamente
expresiones ajenas a sus canas.
Mas las vecinas Ranas,
al oír sus lamentos y quejidos,
las unas se tapaban los oídos,
las otras, que prudentes le escuchaban,
reprendíanle así y aconsejaban:

"¡Aprenda el mal Jumento
a tener sufrimiento,
que entre las que habitamos la laguna
ha de encontrar lección muy oportuna!

Por Júpiter estamos condenadas
a vivir sin remedio encenagadas
con agua detenida, lodo espeso,
aquí perpetuamente nos encierra,
sin esperanzas de correr tierra,
y a más de todo eso,
cruzar el anchuroso mar profundo,
ni aun saber lo que pasa por el mundo.

Mas llevamos a bien nuestro destino,
y así nos premia Júpiter divino
repartiendo entre todas cada día
la salud, el sustento y la alegría."

el asno y las ranas

Es de suma importancia
tener en los trabajos tolerancia,
pues la impaciencia en la contraria suerte,
es un mal más amargo, que la muerte.

El Perro y el Cocodrilo

Bebiendo estaba un Perro en el Nilo,
al mismo tiempo corría.
"Bebe quieto." le decía
un astuto Cocodrilo.

Le dijo el Perro prudente:
"Dañoso es beber y andar;
pero, ¿es sano el aguardar
a que me claves el diente?"

Moraleja
¡Oh!, que sabio perro viejo.
Yo venero su sentir,
en esto de no seguir
del enemigo su consejo.

el perro y el cocodrilo
Fábula: El Perro y el Cocodrilo

La Oveja y el Ciervo

Una vez, un celemín de trigo
pidió a la Oveja el Ciervo, y le dijo:
"Si es que usted de mi paga desconfía,
a presentar me obligo
un fiador que desde luego
no dará lugar a tener queja."

"¿Y quién es ése?" preguntó la Oveja.
"Es un Lobo abonado, llano y lego." dijo.
"¿Un Lobo? ¿Así?" Mas hallo un embarazo:
"Si él, no tiene más posesiones que sus dientes,
y tú, los pies para escapar valiente,
¿a quién acudiré cumplido el plazo?"

Moraleja
Antes de dar prestado se examina
quién es el que pide y sus fiadores,
así, será menor sin otra medicina,
la peste de los malos pagadores.

la oveja y el ciervo

La Zorra y el Busto

Dijo la Zorra al Busto,
después de olerlo:
"Tu cabeza es hermosa,
pero está sin seso."

Cómo este, hay muchos
que, aunque parecen hombres,
son sólo bustos.

la zorra y el busto

El Torrente y el Rio

Despeñado un torrente
de un encumbrado cerro,
caía en una peña
y atronaba el recinto con su estruendo.

Seguido de ladrones
un triste pasajero,
despreciando el ruido,
atravesó el raudal sin desaliento.
Que es común en los hombres
poseídos del miedo,
para salvar la vida,
exponerla tal vez a mayor riesgo.

Llegaron los bandidos,
practicaron lo mismo
que antes el caminante,
y fueron en su alcance y seguimiento.

Encontró el miserable
de allí a muy poco trecho
un río caudaloso
que corría apacible y en silencio.
Con tan buenas señales
y el próspero suceso
del raudal bullicioso,
determinó vadearlo sin recelo.
Mas apenas dio un paso,
pagó su desacuerdo
quedando sepultado
en las aleves aguas sin remedio.

el torrente y el rio

Moraleja
Temamos los peligros
de designios secretos,
que el ruidoso aparato,
si no se desvanece, anuncia el riesgo.

El Tordo flautista

Era un gusto oírlo, era un encanto,
a un Tordo, gran flautista; pero tanto,
que en la gaita gallega,
o la pasión me ciega,
o a Misón le llevaba mil ventajas.

Cuando todas las aves se hacen rajas
saludando a la aurora
y a la turba confusa, charladora,
le canta sin compás y con destreza
todo cuanto le viene a la cabeza.

El flautista empezó: cesó el concierto;
los pájaros, con tanto pico abierto,
oyeron en un tono soberano
las folías, la gaita y el villano.

Al escuchar las aves tales cosas,
quedaron admiradas y envidiosas;
los Jilgueros, preciados de cantores,
los vanos ruiseñores,
unos y otros corridos,
callan, entre las hojas escondidos.

el tordo flautista

Ufano el Tordo grita: "¡Camaradas,
no saben ni sabrán estas tonadas
los pájaros ociosos,
sino los retirados estudiosos!
Sabed que con un hábil zapatero
estudié un año entero:
él, dale que le das a sus zapatos,
y alternando silbábamos a ratos.
En fin, viéndome diestro,
-- Vuela al campo -- me dice mi maestro --,
y harás ver a las aves de mi parte."

Lo que gana el ingenio, con el arte.

El Leopardo y las Monas

No a pares, a docenas se encontraban
las Monas, cuando cazaba,
un Leopardo. Apenas lo veían,
a los árboles todas se subían,
quedando del contrario tan seguras,
que pudieran decir: "¡No están maduras!"

El Leopardo cazador, astuto se hace el muerto
tan vivamente, que parece cierto.
Hasta las viejas Monas,
alegres con el caso y juguetonas,
empiezan a saltar. La más osada
baja, se arrima al muerto de callada;
mira, huele y aun tienta,
y grita muy contenta:
"¡Vengan!, que está muerto de todo punto;
tanto, que empieza a oler a difunto!".

Bajan todas con bulla y algazara;
ya le tocan la cara,
ya le saltan encima;
aquella se le arrima,
y haciendo mimos, a su mano queda;
otra se finge muerta y lo remeda.
Mas luego que las siente fatigadas
de correr, de saltar y hacer monadas,
se levanta ligero
y, más que nunca fiero,
sorprende, atrapa y devora el Leopardo; de manera
que parece una gran fiera,
cubriendo con las muertas monas su campaña,
igual que el Cid, liquidando moros en España.

el leopardo y las monas

Moraleja
Es el peor enemigo el que aparenta,
no poder causar daño, porque intenta,
inspirando confianza,
asegurar su golpe de venganza.

El Asno y el Lobo

Una vez, un Burro cojo vio que le seguía
un Lobo cazador, y, no pudiendo
huir de su enemigo, le decía:
"Amigo Lobo, me estoy muriendo;
me acaban los dolores
de este insensato pie de que cojeo.
Si yo me valiese de herradores,
no me vería así como me veo.
Y ya que fallezco, por favor sea caritativo:
Sáqueme con los dientes este clavo;
Asi, muero sin dolor tan excesivo,
y cómame después de cabo a rabo."

"¡Oh!" se dijo el Lobo cazador con ironía,
alegre por tener la presa ya en la mano.
"No solamente sé la anatomía,
sino que soy perfecto cirujano.
El caso es para mí una patarata:
la operación, no es más que de un momento.
Alargue bien la pata,
y no se acobarde, buen jumento."

Con su estuche molar desenvainando,
el nuevo "profesor" llega doliente;
mas éste le da de contado
una fuerte patada, que le deja sin un diente.

Escapa el cojo; pero el triste herido
llorando se queda en su desventura.
"¡Ay infeliz de mí! ¡Bien merecido
el pago tengo de mi gran locura!
Yo siempre me llevé el mejor bocado
en mi oficio de lobo carnicero,
pues si pude vivir tan regalado,
¿por qué me metí de curandero?"

el asno y el lobo

Moraleja
Hablemos con razón
no tiene juicio,
quien deja el propio
por ajeno oficio.

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