Cierto día, un León dormía tranquilamente, hasta que notó que un pequeño Ratón, jugaba sobre su cuerpo. Este, despertó rápidamente y atrapó al Ratón; y cuando lo iba a devorar, el Ratón le dijo:
"Por favor señor León, perdóneme la vida, le prometo devolverle el favor fielmente."
El León, al oír esto, empezó a reírse como nunca, y como acto de desinterés, dejó escapar al pequeño Ratón.
Unos días después, el León fue víctima de una trampa hecha de redes de unos Cazadores. Tras intentar liberarse con su gran fuerza, no pudo, y en desesperación y molestia, empezó a rugir furiosamente. El pequeño Ratón, al oírlo, acudió de inmediato donde estaba el León, y al verlo en su estado, empezó a roer con sus afilados dientes la red. En cuestión de minutos, logro romper estas y así, el León quedo en libertad.
El León, agradeció al Ratón por su noble acto, y meditó seriamente sobre el favor que acababa de recibir, como también, prometió ser de ahora en adelante, más generoso.
Moraleja
Nunca desprecies las pequeñas y honestas promesas,cuando llegue el debido momento, éstas se cumplirán.