Instalado en la plaza pública, un Adivino estaba trabajando en lo suyo, cuando de repente, se le acercó un desconocido diciéndole que las puertas de su casa estaban abiertas, y que habían robado todas sus pertenencias. El Adivino con tal noticia, se levantó de un salto y corrió hacia para ver que había sucedido.
Una persona que se encontraban cerca y vio correr, le dijo:
-Oye amigo, tú que predices lo que le ocurrirá a otros, ¿por qué no has previsto lo que te sucedería a ti?
Fábula: El adivino |
Moraleja
Siempre hay personas que pretenden dirigir lo que no les corresponde, pero no pueden manejar sus propios asuntos.