Una becerra que sólo descansaba y comía, vio a un Buey que trabajaba arduamente, se lamento de su suerte, y se alegro por la de ella. Hasta que un día, de una solemnidad religiosa, cogieron a la becerra para sacrificarla.
El Buey, viendo lo sucedido dijo:
"¿Sabes ahora por qué no trabajabas?, pues simplemente estabas reservada para el sacrificio."
Fábula: El Buey y la Becerra |
Moraleja
No hagas alarde de la pereza, pues nunca sabes que mal trae oculto.