Cierto día, un Buey llegó a beber a una charca donde había un grupo de ranas. Una Rana, le pareció bien el poder hacerse tan enorme como el Buey con algo de esfuerzo; y con aquel pensamiento, se puso a hacer tantos esfuerzos para hinchar su delgado pellejo.
Creyendo haber conseguido bastante volumen, preguntó a sus hijos si había aumentado lo suficiente. Ellos, le dijeron que "no", y esta Rana, con sus deseos de alcanzar aquella grandiosa corpulencia, continuó hinchándose más y más.
Luego de haberse hecho mas ancha, preguntó de nuevo a sus hijos para saber el resultado de su esfuerzo. Estos, le dijeron:
Luego de haberse hecho mas ancha, preguntó de nuevo a sus hijos para saber el resultado de su esfuerzo. Estos, le dijeron:
"Es inútil Padre, pues nunca alcanzarás tal volumen colosal."
Entonces, la orgullosa Rana, volvió a hacer un nuevo pero más violento esfuerzo... hasta que reventó.
Entonces, la orgullosa Rana, volvió a hacer un nuevo pero más violento esfuerzo... hasta que reventó.
Fábula: El Buey y la Rana |
Moraleja
No pretendas ser, lo que no eres.