Se encontraba un Labrador, removiendo la tierra con su pala, hasta que encontró un paquete de oro. Agradecido, hizo una ofrenda diaria a la Tierra creyendo que ésta, era a quien debía tan noble favor. Sin embargo, un día se le hizo presente la Fortuna, y le dijo:
"Oye amigo, ¿por qué agradeces a la Tierra los dones que Yo te he dado para hacerte rico?. Si los tiempos cambian, y el oro pasa a otras manos, echarás la culpa a la Fortuna."
Moraleja
Cuando recibamos un beneficio, veamos bien de donde proviene antes de juzgar indebidamente.
Fábula: El Labrador y la Fortuna |