Un día, los Árboles decidieron a elegir un Rey que los gobierne, y así, emprendieron su búsqueda. A los pocos minutos, encontraron al Olivo, y le dijeron:
"Gran árbol del Olivo, por favor reina en nosotros."
A lo que el Olivo les dijo:
"¿Renunciar yo al Aceite que tanto aprecian en mí, los Dioses y los Hombres, para ir a reinar entre los árboles?, no gracias."
Al oír eso, los Árboles se retiraron, y encontraron a la Higuera. Luego, le dijeron:
"Oh, Higuera, por favor, ven a reinar entre nosotros."
La Higuera, les respondió:
"¿Renunciar yo a la dulzura de mis frutos para ir a reinar entre vosotros?, no gracias."
Entonces se retiraron y al poco rato, encontraron al Espino, y le dijeron:
"Árbol del Espino, por favor ven a reinar en nosotros."
El Espino respondió de inmediato a los Árboles:
"Si en verdad desean elegirme como su Rey, pónganse bajo mi amparo, o si no, que surja el fuego de la espina y devore a los cedros del Líbano."
Moraleja
Quien no tiene buenos frutos que dar,
dará lo malo para el sufrimiento de los que le rodean.