Cierta vez, un Nogal creció al pie de un camino, y los caminantes que pasaban cerca de él, le lanzaban pedradas para tomar sus frutos.
El Nogal, triste y suspirando se dijo:
El Nogal, triste y suspirando se dijo:
"Hay... Infeliz de mí que todos los años me atraigo injurias y dolores."
Fábula: El Nogal |
Moraleja
Nunca seas rudo con quien generosamente te ayuda.