Un día, un Perro que tenía mucha hambre, entró en una carnicería. Cuando miraba a los alrededores, dio con que el Carnicero estaba muy distraído ocupado atendiendo los pedidos de sus clientes.
El Perro notando la oportunidad de poder hacer de las suyas, corrió rápidamente hacia un mostrador, cogió un buen trozo de carne, y salió corriendo de la tienda.
El Carnicero quien vio huir al Perro pero sin ya nada que poder hacer, sólo dijo en voz alta:
El Perro notando la oportunidad de poder hacer de las suyas, corrió rápidamente hacia un mostrador, cogió un buen trozo de carne, y salió corriendo de la tienda.
El Carnicero quien vio huir al Perro pero sin ya nada que poder hacer, sólo dijo en voz alta:
"Oye Perrito... Si de nuevo te encuentro, no te quitare de encima los ojos."
Fábula: El Perro y el Carnicero |
Moraleja
No esperes a que suceda un accidente para pensar en cómo evitarlo.