Un día, un Hombre preparó una gran y deliciosa cena en honor a uno de sus amigos y de sus familiares. Su Perro al ver dicho banquete, invitó a otro Perro amigo diciéndole:
"Mi buen amigo, ven a cenar a mi casa conmigo."
El Perro invitado acepto con mucha alegría, y al llegar, se detuvo a contemplar el gran festín diciéndose a si mismo:
"¡Pero que suerte la mía!, tendré mucha comida como para hostigarme, y no pasaré hambre por muchos días."
Mientras el Perro invitado se sumergía en sus pensamientos meneando su cola a lado de su amigo, llegó Cocinero, y al ver al invitado no deseado, lo cogió y sin pensarlo dos veces, lo arrojó de aquella casa. El Perro invitado, aun adolorido por ser lanzado, se encontró con otros perros amigos, que de paso, estos le preguntaron:
"Amigo, cuéntanos, ¿como te fue y cuanto has comido en aquella fiesta?"
El Perro respondió:
"De tanto comer y beber, me he embriagado tanto, que no recuerdo por donde he salido."
Moraleja
No te confíes de la generosidad que otros dan, con lo que no les pertenece.