Cierta vez, una Hormiga bajó a un manantial ya que tenia una gran y terrible sed, pero de repente el manantial empezó a fluir más agua y para su mala suerte, la arrastró por la corriente.
Una Paloma que volaba por ahí, vio a la Hormiga a punto de ahogarse, así que decidió ayudarla. Buscó entre los árboles una ramita, y cuando la obtuvo, la lanzó hacia la Hormiga para que pueda salvarse. Así, la pequeñita Hormiga tuvo consuelo y se salvó agradeciendo a su amiga por su gran ayuda.
Una Paloma que volaba por ahí, vio a la Hormiga a punto de ahogarse, así que decidió ayudarla. Buscó entre los árboles una ramita, y cuando la obtuvo, la lanzó hacia la Hormiga para que pueda salvarse. Así, la pequeñita Hormiga tuvo consuelo y se salvó agradeciendo a su amiga por su gran ayuda.
Días después, estaba un cazador de aves avistó a esta Paloma, y poco antes que él la case, la Hormiga vio a su amiga en peligro, y sin pensarlo dos veces, se acercó y picó en el talón al Cazador hasta hacerlo soltar su arma.
La Paloma al ver dicho acto, aprovechó rápidamente en huir de aquel lugar y ponerse a salvo.
La Paloma al ver dicho acto, aprovechó rápidamente en huir de aquel lugar y ponerse a salvo.
Fábula: La Paloma y la Hormiga |
Moraleja
Siempre corresponde de la mejor forma a los favores que recibas. Debemos ser siempre agradecidos.