Cierta vez, había un Gato muy hábil que devoraba a muchos ratones que con apenas verlos, eran cena servida. Los pocos Ratones que quedaban no tenían el valor suficiente para salir de su agujero, y se conformaban con su hambre.
Una noche, en la que el gato salió hacia los tejados, los Ratones aprovecharon para hacer una gran reunión sobre su problema con el Gato.
El Ratón más anciano, sabio y reflexivo, propuso buscar un medio que siempre avise la presencia del gato y así, pudieran los Ratones esconderse a tiempo. Al oír eso, todos los demás ratones estuvieron de acuerdo.
Un asistente asistente, propuso ponerle un Cascabel al cuello del Gato. Todos los Ratones estuvieron muy entusiasmados con la segunda idea y afirmaron ser una gran solución. Pero a los pocos segundos, se toparon con una gran dificultad: ¿quién le pondrá el cascabel al Gato?. A buscar candidatos, muchos de los Ratones decían:
"¿Ponerle yo? ¡Yo no, no soy tonto, no voy!"
"¡¿Eh?!, ¡no tengo idea de cómo hacerlo!"
Y tras buscar y buscar, mirarse unos a otros, excusas y negándose ante la gran idea, al final la reunión terminó sin llegar a ningún acuerdo.
Fábula: Los Ratones poniendo el Cascabel al Gato |
Moraleja
Nunca busques soluciones imposibles de realizar.