Cierta vez, una Zorra cayó dentro de un profundo pozo, y por más esfuerzos que hacia no podía salir de él. Pasado unos largos minutos, un Chivo muy sediento encontró a la Zorra, y le preguntó sobre que tan buena estaba el agua.
La Zorra, ocultando su verdadero problema, elogió el agua e invito amablemente al Chivo a bajar. El sediento Chivo motivado, bajo de un salto al pozo y como era de esperar, empezó a beber hasta saciar su sed.
La Zorra, ocultando su verdadero problema, elogió el agua e invito amablemente al Chivo a bajar. El sediento Chivo motivado, bajo de un salto al pozo y como era de esperar, empezó a beber hasta saciar su sed.
Cierto rato después, el Chivo preguntó a la Zorra que harían para poder salir. Ella le dijo:
"¿Salir? es muy fácil amigo. Apoya tus patas delanteras contra la pared y levanta los cuernos, para yo subir por ellos y luego te sacaré de inmediato."
El Chivo accedió de inmediato e hizo lo que ella dijo. Cuando la Zorra salió de su prisión, se volteó y dijo al Chivo:
"Gracias por la ayuda, si tuvieras tanto ingenio como pelos en la barba, no hubieras bajado sin antes reflexionar. Suerte en tu nuevo hogar amigo."
Moraleja
Antes de comprometerte en algo, primero piensa si podrías salir de aquello, sin tomar en cuenta lo que te ofrezcan los desconocidos. Quien te adula y agasaja, su bien y tu mal desea.