Una vez, un Caballo decidió vengarse de un Ciervo porque lo había ofendido, y emprendió la persecución de este. Pronto se dio cuenta de que solo no podría alcanzarlo y pidió ayuda a un Cazador diciéndole:
"Hola, si deseas cazar un gran Venado, te llevaré donde se encuentra y así podrás utilizar su carne, su piel y su cuero. Monta en mí, e iremos en su búsqueda."
El Cazador acepto, y juntos iniciaron la búsqueda del Venado. Pero por mucho que corrieron no pudieron alcanzar al Ciervo que se escondió en lo más oscuro del bosque.
El Caballo impotente y muy molesto, dijo al Cazador:
"Como no has podido cazarlo, bájate de mi y déjame en libertad. Continúa en tus cosas como lo has hecho hasta ahora."
El Cazador contestó:
"De ninguna manera. Ahora estás en mi poder y sé lo que vales. Vivirás sometido a mi voluntad y servicio, por el resto de tu vida."
Moraleja
No debemos tender lazos a nadie, si no queremos caer en ellos.
Fábula: El Caballo, el Venado y el Cazador |