Una vez, un Médico preguntó a un Enfermo sobre cuáles eran los síntomas de su mal. Este respondió que había sudado más que otras veces. El Médico con total serenidad, le dijo que "eso está bien". Al día siguiente, cuando el Médico regresó, preguntó otra vez por su salud, el Enfermo replicó:
"Amigo, tiemblo y siento continuos escalofríos."
El Médico nuevamente dijo:
"Eso está bien".
"Eso está bien".
Al otro día, volvió el Médico nuevamente para ver al Enfermo, y por tercera vez le interrogó por su mal. El Enfermo esta vez respondió:
"Bueno Doctor, dígame usted que es lo que tengo, porque a decir verdad me siento muy mal."
El Médico con la misma frescura de las anteriores ocasiones, le respondió:
"Eso está bien". -Y luego se marchó.
"Eso está bien". -Y luego se marchó.
Un pariente del Enfermo, fue a visitarlo, le preguntó por su salud. El Enfermo respondió:
"Me muero, a fuerza de ir bien."
Moraleja
Nunca te fíes, de las apariencias.