Una vez, Jaime, José y Pablo, tres traviesos estudiantes, en lugar de ir a la escuela se entretenían cerca de un pantano ideando sus clásicas "travesuras".
Al rato, cansados de correr y saltar, se acercaron a la orilla de un pantano en el cual había muchas ranas. Encontrando una nueva "diversión", así que empezaron a tirar piedras a las pobres e indefensas ranas que apenas asomaban su cabeza en el agua.
Al rato, cansados de correr y saltar, se acercaron a la orilla de un pantano en el cual había muchas ranas. Encontrando una nueva "diversión", así que empezaron a tirar piedras a las pobres e indefensas ranas que apenas asomaban su cabeza en el agua.
Cuando aún disfrutaban de su "libertad", una de las Ranas, mortificada por la maldad de los muchachos, sacó lentamente su cabeza del agua y les gritó:
"¡Oigan muchachos! ¡Por lo visto no tienen presente que lo que a ustedes les divierte, a nosotras nos causa la muerte!. ¡Váyanse a su escuela y no causen en nuestra colonia el exterminio y la desolación!"
Moraleja
Quien maltrata a un animal, no demuestra buen natural.
Fábula: Los Muchachos y las Ranas |