Cierta vez, una Zorra que vio por primera vez a un León, quedó tan aterrada ante su fiero aspecto, y terrible rugido, cayó a la tierra faltandole poco para morir de miedo.
En otra ocasión, cuando la Zorra iba de paseo, se encontró nuevamente con el León, y a pesar, de que su espanto, fue igual que la primera vez que lo vio, se atrevió a observarlo, pero con timidez.
En una tercera ocasión, que por casualidad encontró al León, al pie de un Árbol, la Zorra se acercó amigablemente al León, y hablando elocuentemente, entabló conversación con él.
El León, se contentaba con decir algo a la Zorra, pero más, por cortesía.
Moraleja
La mucha continuidad, es causa de menosprecio.
Fábula similar: La Zorra que nunca había visto un León