Un día de intenso y caluroso verano, los campos se encontraban amarillentos, los charcos secos, y los pantanos llenos de secas hierbas con muy escasa agua. Ese día, estaban dos Ranas caminando en busca de agua ya que estaban muertas de sed y con la piel rugosa.
Después de mucho caminar, llegaron a la orilla de un profundo pozo, y sentándose en el borde, se pusieron a discutir si debían saltar en él, o no. Una de las Ranas aportaba con razón, que siendo el agua tan abundante, en el fondo del pozo podrían vivir tranquilamente. Sin embargo, la otra, más juiciosa que su compañera, después de reflexionar seriamente dijo:
"Todo eso está muy bien amiga. Yo no tengo ningún problema en saltar, pero si el agua se seca, ¿cómo saldremos de aquel pozo?"
Moraleja
Antes de tomar una decisión,
es muy necesario reflexionar.
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