Habiendo vencido a su rival, un Gallo,
quedó entre sus Gallinas victorioso,
más grande, más esplendoroso,
que el mismo gran sultán en su serrallo.
Desde lo alto, difunde vocinglero
su gran hazaña. El Gavilán le advierte,
le pilla, le arrebata, y por su muerte
quedó el rival, como señor del gallinero.
Consuele al abatido tal mudanza:
Sirva también de ejemplo a los mortales,
que se creen libres de los males,
cuando se ven en próspera bonanza.
Sirva también de ejemplo a los mortales,
que se creen libres de los males,
cuando se ven en próspera bonanza.