El León, rey de los bosques, poderoso
quiso armar un ejército famoso.
Juntó a sus animales, al instante
empezó por cargar al Elefante,
un castillo con útiles, y encima
rabiosos Lobos que pusiesen grima.
Al Oso le encargó de los asaltos,
al Mono, con sus gestos y sus saltos,
mandó que al enemigo entretuviese.
A la Zorra, que diese
ingeniosos ardides al intento.
Uno gritó: "La liebre y el jumento,
éste por lento, aquella por miedosa,
de estorbo servirán, no de otra cosa."
"¿De estorbo?" dijo el Rey, "Yo no lo creo:
en la Liebre tendremos un ágil correo
y en el Asno mis tropas tendrán una Corneta."
Así quedó la armada bien completa.
Tu retrato es León, conde prudente,y si a tu imitación, según deseo,examinan los Jefes a su gente,a todos han de dar útil empleo.¿Por qué no lo han de hacer?si hay cucaña,¿cómo no hallar ociosos en España?