En visita una Mona
con una Zorra estaba cierto día,
y así, ni más ni menos, le decía:
"Por mi fe que tenéis bella persona,
gallardo talle, cara placentera,
airosa en el andar como usted sola;
y a no ser tan deforme vuestra cola,
seríais en los hermosos la primera."
"Escuchad un consejo
que ha de ser a las dos muy importante:
yo os la he de cortar, y lo restante
me lo acomodaré por zagalejo."
"¡De ningún modo!" la Zorra le responde,
"Es cosa para mí menos amarga
barrer el suelo con mi cola larga
que verla por pañal bien sé yo dónde."
Moraleja
Por ingenioso que el necesitadosea para pedir al avariento,éste será de superior talentopara negarse a dar lo sobrado.