Una vez, un celemín de trigo
pidió a la Oveja el Ciervo, y le dijo:
"Si es que usted de mi paga desconfía,
a presentar me obligo
un fiador que desde luego
no dará lugar a tener queja."
"¿Y quién es ése?" preguntó la Oveja.
"Es un Lobo abonado, llano y lego." dijo.
"¿Un Lobo? ¿Así?" Mas hallo un embarazo:
"Si él, no tiene más posesiones que sus dientes,
y tú, los pies para escapar valiente,
¿a quién acudiré cumplido el plazo?"
Moraleja
Antes de dar prestado se examinaquién es el que pide y sus fiadores,así, será menor sin otra medicina,la peste de los malos pagadores.