Cierta vez, un Asno encontró la piel de un León, y buscando hacer de las suyas, se la puso y empezó a ir por el bosque.
En su camino, encontró a muchos animales, y buscando divertirse, asustó a todo animal que se encontraba en su camino; de pronto, encontró a una Zorra, y como era de desperar, el Asno trató de asustarla.
En su camino, encontró a muchos animales, y buscando divertirse, asustó a todo animal que se encontraba en su camino; de pronto, encontró a una Zorra, y como era de desperar, el Asno trató de asustarla.
La Zorra ni más bien oyó la voz del rebuzno característico del Asno, dijo sin sorpresa ni demora:
"Quizás también me hubiera asustado, si no hubieras rebuznado."
Moraleja
Al mejor falsificador,
siempre le sale algún error.