Cierta vez, un Pastor a quien el Lobo había devorado sus mejores Ovejas, se acercó a los Corderos y les dio un discurso:
"Ustedes son presa fácil para el Lobo porque son débiles y desunidos. Si todos se mantuvieran unidos contra el peligro, estoy seguro de que el Lobo huiría de su fuerza."
Uno de los más ancianas Ovejas se acercó al Jefe con muchos ánimos, y dijo para todos:
"¡Basta ya!, ¡Ya no huiremos del Lobo!. ¡Lucharemos juntas hasta vencerlo!"
Tras toda el discurso, las Ovejas se regocijaron y muy decididas, se propusieron a enfrentar al malvado Lobo. Al llegar la noche, la imagen de un Perro les pareció la del feroz Lobo, y sin pensarlo dos veces, todas las Ovejas emprendieron huida de la manera mas desordenada y alborotada.
"Así son los cobardes. Prometen no rendirse y luego se contradicen. Tan pronto sienten un pequeño ruido, huyen como ustedes." - Dijo el Pastor.
Moraleja
El cobarde hasta de su sombra tiembla.