Una vez, una Mujer iba a la ciudad y en su camino, encontró un viejo cántaro abandonado que curiosamente, hace mucho guardó un exquisito Vino en él. Por mera curiosidad, la Mujer lo tomó y lo olfateó. Embriagada por aquel aroma, se dijo:
"Dios, pero que exquisito aroma. Este cántaro abandonado debió guardar uno de los más exquisitos Vinos que incluso, aún guarda su fragancia."
Antes de irse, nuevamente se dijo:
"Una vida noble es como un cántaro de buen Vino que en su vejez, conserva el aroma de sus virtudes, aunque su aspecto sea pobre o miserable."
Moraleja
Caja que tuvo alcanfor,queda siempre el olor.