Cierta vez, estaba una Lechera caminando alegremente de camino al mercado, y a la vez, llevaba un Cántaro con Leche.
En su camino, muy feliz iba imaginando las cosas hermosas que añoraba en comprar luego tras vender la fresca leche que llevaba. Una y otra vez se decía:
En su camino, muy feliz iba imaginando las cosas hermosas que añoraba en comprar luego tras vender la fresca leche que llevaba. Una y otra vez se decía:
"Que dícha. Llevo una deliciosa y fresca leche de gran calidad. Estoy muy segura que me pagarán muy bien por ella.
Ahora que lo pienso, creo que compraré una canasta de huevos para incubarlos y tener muchos pollitos. Luego venderé los pollitos para comprarme un bonito Cerdito, y luego lo engordaré con mucho cuidado, y cuando este lo suficientemente grande, lo venderé por mucho dinero. Luego compraré una bonita Vaca con su Ternerito, y este jugará por el campo todos los días."
Ahora que lo pienso, creo que compraré una canasta de huevos para incubarlos y tener muchos pollitos. Luego venderé los pollitos para comprarme un bonito Cerdito, y luego lo engordaré con mucho cuidado, y cuando este lo suficientemente grande, lo venderé por mucho dinero. Luego compraré una bonita Vaca con su Ternerito, y este jugará por el campo todos los días."
La Lechera en su sueño añorado, continuaba haciéndose muchos pensamientos bonitos sobre su futuro, pero de pronto, por desgracia se tropezó y su Cántaro fue a caer al piso rompiéndose y derramando toda la Leche.
La Lechera, muy triste solo podía ver cómo la tierra absorbía la Leche y se desvanecían sus ilusiones.
Moraleja
No anheles impaciente el bien futuro,mira que ni el presente está seguro.
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