Cierta vez, tras tantos fracasos y desdichas de un Hombre en los negocios, con frecuencia se decía lo siguiente:
"Que desdicha. Esta vida no me ha correspondido bien. Oh, espíritu de la Muerte, ¡llévame de una vez!"
Así, el Hombre repitió tantas veces aquella frase durante sus desdichas, hasta que un día sin aviso alguno, la Muerte tocó la puerta:
"Hombre. He venido a cumplir tu deseo. Te llevaré conmigo para acabar con tu miseria."
El Hombre al ver a la Muerte, gritó desesperadamente, luego dijo:
"¡No te me acerques espectro malévolo!, ¡prefiero vivir en mi desgracia que tenerte cerca de mi!"
Moraleja
Mas vale vivir con amargura,que descansar en una sepultura.