Una vez, cuando Dios creó al Hombre, le concedió vida corta, pero lo dotó de inteligencia. Éste construyó un hogar y se albergó en ella para protegerse de la intemperie y los estragos del clima.
Un día, cuando el frio estaba en su máximo, algunos Animales se acercaron a la vivienda de los Humanos. El Hombre al verlos, les dio un hogar a cambio de unos años de sus vidas. Así, el Hombre logró mejorar y prolongar su vida con ayuda de los años del Caballo, del Buey y del Perro.
Ésto también se refleja en el comportamiento de las personas. El hombre es inofensivo y amable en su primera edad que es el tiempo que le otorgó el Señor. Luego cuando se suma los años del Caballo, es orgulloso; cuando entra a los que corresponden del Buey, es apto para ordenar y dirigir; pero cuando acaba su existencia con los años del Perro, es irritable y gruñón.
Ésto también se refleja en el comportamiento de las personas. El hombre es inofensivo y amable en su primera edad que es el tiempo que le otorgó el Señor. Luego cuando se suma los años del Caballo, es orgulloso; cuando entra a los que corresponden del Buey, es apto para ordenar y dirigir; pero cuando acaba su existencia con los años del Perro, es irritable y gruñón.
Moraleja
Si tienes la vida prestada,la mostrarás disfrazada.