Hace mucho, un Cazador que revisaba sus trampas que dejó en el Bosque, descubrió en una de ellas una Perdiz. La Ave en suplica le dijo:
"Por favor buen Hombre, si usted me libera, le prometo que no se arrepentirá."
El Cazador confundido le dijo:
"No te entiendo... ¿De qué estás hablando?"
"Libéreme por favor, y le prometo que traeré a mis amigas Perdices hacia su trampa y tendrá más a cambio de una." - Respondió la Perdiz.
El Cazador pensó y respondió:
"Si crees que por traicionar a tus amigas lograrás convencerme y dejarte libre, te equivocas Ave. Alguien traidora como tu merece un castigo."
Moraleja
Debemos ser leales con nuestros amigos,por más que estemos en situaciones riesgosas.