Hace mucho, había un Padre y sus dos Hijas. A una de ellas la casó con un Agricultor y a su otra Hija, la casó con un fabricante de Ladrillos.
Tiempo después, el Padre fue a visitar a su hija casada con el Agricultor. Cuando llegó, se acercó a ella y le preguntó:
"Hija mía, ¿cómo está tu vida con tu Esposo?"
"Me va muy bien Padre..." - Respondió su Hija - "Llueve todos los días y las plantas tiene siempre suficiente agua."
Tras estar con su hija, el Padre se fue a visitar a su otra Hija. Cuando llegó y estuvo cómodo, le preguntó cómo le iba. Ella respondió:
"Estoy bien querido Padre. Me va bien a mi y a mi esposo y no tenemos quejas. Solamente desearía algo en especial: Que no llueva mucho y que esté brillante el clima. Así nuestros ladrillos se secarían y endurecerán más rápido."
El Padre se puso a pensar y se decía:
"Una de mis Hijas desea lluvia, y la otra desea un clima cálido y seco. ¿A cual de las dos le deseo mis mejores deseos?"
Moraleja
No trates de complacer y quedar bien con todo el mundo. Te será imposible.