Un Oso con que la vida se bailando feliz,
la no muy bien aprendida danza ensayaba en dos pies.
Queriendo opiniones de su danza, preguntó a una Mona: "¿Que tal?"
La experta Mona le respondió: "Muy mal."
"Yo creo..." - respondió el Oso - "Que me haces poco favor.
¡Pues mira! ¿Mi baile no es airoso? ¿No hago el paso con primor?"
El Cerdo que estaba presente, dijo: "¡Bravo! ¡Bien va!
Bailarín más grandioso no se ha visto ni verá."
El Oso al oír esto, sus cuentas allá entre si,
y con mueca modesto, tubo que exclamar así:
"Cuando me reprochaba la Mona, llegué a dudar;
mas ya que el Cerdo me alaba, muy mal he de bailar."
Moraleja
Si el sabio no aprueba, malo;si el necio aplaude, peor.