Cierta vez, un sediento Cuervo tuvo la idea de cruzar un inmenso desierto en el día más caluroso del año. Debido a esta mala decisión, estuvo a punto de desfallecer, pero de pronto sus ojos avistaron algo que parecía ser un cántaro de esos, donde los humanos usan para llevar agua.
Al bajar para verificar si era cierto, su suerte fue grande porque sí tenia agua aquel cántaro; pero para su dicha duró poco ya que la boca del cántaro era tan estrecha que no podía entrar el pico del Cuervo.
El Cuervo muy pensativo y sediento, se dijo:
"Vaya. Tengo que pensar en algo para que pueda obtener aquella deliciosa agua y satisfacer mi terrible sed."
Tras pensar un buen rato y observar unas piedras, le vino a la mente una solución para su problema. Llenó el cántaro con las piedras hasta que el agua salga de éste. Así, el Cuervo pudo satisfacer su gran sed.
Moraleja
Quien utiliza su intelecto,supera todas las dificultades.