El Tordo

Hace mucho en una soleada tarde de primavera, un Tordo de brillosas plumas aterrizó en un denso bosque de Mirlos para alimentarse.

Las semillas de aquellos árboles eran tan dulces y tiernas, que por mucho que se proponía, no podía parar de comer todas las que podía. Tanto les gustaron, que no había ni un sólo día en que el Tordo visite aquel bosque de Mirlos.

Cada vez, las visitas del Tordo eran más constantes que empezó a llamar la atención del Cazador de aves que trabajaba por aquella zona. Éste Cazador tras saber la presencia del visitante, pensó detenidamente, y decidió capturarlo.

 Un día cuando el Tordo se disponía a comer las frutas que le gustaban mucho, cayó al instante en una trampa puesta por el Cazador. Al darse cuenta de su desgracia, el Tordo se dijo con gran pena:

"¡Que tonto he sido! Tanto me he emocionado degustando aquellas ricas semillas, que se me ha olvidado lo más importante: velar por mi propia seguridad y evitar que otros puedan cazarme fácilmente."

fabula el tordo

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