Cierta vez se encontraron dos Amigos y decidieron hacer un viaje para celebrar su reencuentro. Uno de ellos tenia la costumbre de decir muchas mentiras; el otro por el contrario, siempre decía la más sincera de las verdades.
Durante su viaje hubo un momento donde debieron detenerse, y sin saberlo, llegaron a la tierra de los Monos. Uno de aquellos Monos, había sido elegido Rey de su comunidad y éste, se enteró de la llegada de los Viajeros así que solicitó a sus súbditos que ellos organicen una gran fiesta para recibir a sus huéspedes. Luego, el Rey ordenó a sus súbditos que se vistan de gala, que hagan filas largas tanto en la izquierda como a su derecha, y que le consigan una corona con un trono digno de un Rey al igual que la costumbre de los Hombres.
Cuando todo estuvo listo, el Rey Mono pidió que se hagan presente los viajeros y cuando los tuvo presente, les preguntó:
"Bienvenidos amigos Viajeros, ¿qué les parece?, ¿me veo como un Rey?"
El Viajero mentiroso respondió:
"A mi me parece que usted es un Rey poderoso sin igual."
"Y dígame..." - Volvió a preguntar el Rey Mono - "¿Qué opina respecto a los que me rodean?"
Respondió nuevamente el Viajero mentiroso:
"Pues... Me parecen las personas adecuadas y dignas de un Rey como usted. Son los ideales representantes de ser embajadores y líderes de sus ejércitos."
El viajero honesto en silencio sólo pensaba:
"Si a él lo van a recompensar por decir tantas mentiras, supongo que a mi me recompensaran a lo grande por decir siempre la verdad."
Luego, el Rey Mono le pregunto al otro Viajero:
"¿Y usted caballero, que opina al respecto?"
"Pues verá. Para mi; usted sólo es un Mono y también quienes lo rodean. Todos son iguales y sólo son monos."
El Rey Mono muy molesto por tal ofensa, entregó al Hombre honesto a las garras y dientes de los demás Monos enfurecidos.
Moraleja
A quien le gusta que lo adulen,no le gusta oír la verdad.Mejor es aceptar siempre la verdadaunque no nos guste.