Cierta vez en un corral de una granja, se encontraban varias Gallinas enfermas de una extraña peste. Esa noticia llegó a los oídos de una Comadreja que hace mucho no probaba el sabor de una suculenta Gallina.
La pícara Comadreja aprovechó el descuido del Amo para ingresar al gallinero disfrazada de doctor. Con instrumentos en mano se acercó a las Gallinas y les dijo:
"Queridas damas, no se preocupen más. Se que todas ustedes están mal, así que si me lo permiten, pasaré a examinarlas una a una para curar todos sus malestares."
Las Gallinas ya enteradas de las mañas de la Comadreja, se pusieron de acuerdo y dijeron a la bandida:
"Muy bien, pero estaremos mucho mejor de salud si usted farsante, desaparece de nuestra vista. ¡Váyase muy muy lejos!"
Moraleja
Con todos gasta cautela,que el que menos corre, vuela.