Cierta vez una Comadreja estaba muy hambrienta, y caminando por el bosque, llegó a una granja.
Con mucho cuidado, logro entrar por un agujero de una granero y así, paso varios días comiendo tranquilamente grandes cantidades y dándose una y otra vez un gran banquete.
Un día, cuando por fin quiso salir, la Comadreja había engordando tanto que no podía pasar por el mismo agujero por donde entró.
Una Ratoncita que vivía en el granero, vio a la Comadreja tan preocupada, que se acercó y le dijo:
"Dígame amiga Comadreja, ¿cómo pretende salir por aquel agujero tan pequeño?"
La Comadreja contesto:
"Pues, por ese agujero entre hace unos días, pero ahora no puedo salir."
"Oh, claro..." - Dijo la Ratoncita - "Pero, entraste flaca y hambrienta, pero ahora estas gorda y muy satisfecha."
Moraleja
Una vida regalada, no conduce a nada.