Cierta vez, una Mujer que se dedicaba a realizar tareas domésticas, fue contratada para poner orden y limpiar una vieja y descuidada Mansión. Cuando llegó a dicho lugar, notó que se encontraba en muy mal estado y para colmo, no había lugar donde no se amontonara la basura.
La Mujer tomó una vieja Escoba que estaba en la cocina, e inició su tarea. Tras un poco tiempo, notó que le era imposible avanzar ya que la Escoba era tan vieja que se iba desarmando poco a poco.
La Mujer se molestó mucho y dijo:
"¡Con los pedazos de paja que vas dejando por todos lados, más que ayudarme a limpiar, ensucias!"
Moraleja
Quien barre de errores trabajos ajenos, acaso los deje, de los suyos llenos.