Hace mucho, una familia de Ranitas vivía en un lago, y en este lago, había un Tronco tallado que se veía desde la orilla.
Las Ranitas adoraban divertirse y hacer muchas fiestas, pero sentía mucho temor y mucho respeto por aquel Tronco, así que en diversas oportunidades, ellas trataban de no hacer mucho ruido para no molestar al Tronco.
Ellas creían que aquel Tronco era un monumento de alguna Tribu que ya no habitaba en aquel lugar, pero como no se armaban de valor para acercarse a él y ver de que se trataba, solo la veían desde lejos con una especie de rostro serio que inspiraba mucha autoridad.
Un día, se desató una terrible tormenta y el Tronco, cayó al lago. Las Ranitas se sorprendieron mucho por tal suceso, pero al ver lo sucedido con más tranquilidad, se dieron cuenta que aquel imponente Tronco, era nada más que eso, un Tronco tallado de madera que ningún daño les podía hacer.
Las Ranitas se rieron mucho por aquellos temores sin sentido que le tenían y luego, empezaron a jugar con el Tronco y lo usaron como trampolín para saltar al agua.
Las Ranitas se rieron mucho por aquellos temores sin sentido que le tenían y luego, empezaron a jugar con el Tronco y lo usaron como trampolín para saltar al agua.
Moraleja
Lo que por ignorancia atemoriza, a veces es sólo digno de risa.