Cierta vez en un cálido día de primavera, un Conejo era perseguido a gran velocidad por una pareja de Perros. La persecución era tan rápida que el pequeño Conejo parecía estar flotando sobre el suelo.
De pronto, el Conejo pasó por la madriguera de uno de sus buenos amigos que precisamente, éste salió y al verlo correr, preguntó:
"Hola, amigo mío. ¿A dónde a va con tan veloz carrera?"
"Mire... Mire bien al horizonte...." - Dijo el Conejo perseguido deteniéndose y jadeando por la falta de aire - "Si observa bien... Verá a dos feroces Galgos que... Me vienen persiguiendo..."
"Tiene razón amigo... A lo lejos veo dos Perros…pero no son Galgos como dice, sino Podencos." - Respondió el Conejo amigo.
"No, está equivocado amigo. Como muy bien me enseñaron mis abuelos, aquellos Perros que me persiguen no son otra cosa que dos enormes Galgos." - Contestó nuevamente el Conejo perseguido.
"No mi buen. Lo lamento por ti, pero mis abuelos me enseñaros que aquellos Perros que se aproximan hacía aquí, son dos Podencos y es obviamente Podencos." - Replicó el amigo Conejo.
Ambos Conejos así continuaron discutiendo sobre quién tenía la razón sin darse cuenta que los Perros ya habían llegado a lado de ellos y en un abrir y cerrar de ojos, los dos Perros los capturaron a ambos.
Moraleja
Jamás dejes que pequeñas cuestiones te distraigan de lo que es realmente importante.
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